Este evento se ha usado como prueba y ejemplo de lo peligrosos y manipulativos que los medios masivos pueden ser de la audiencia que los atiende.
Michael J. Sololow en The Chronicle hace un recuento del hecho histórico y del entorno que lo creó: ni se generó histeria colectiva que se suele contar, ni hubo muertos o suicidas, ni lo escuchó medio Estados Unidos.
En términos de la influencia que provocan en la audiencia, los medios masivos no son tan poderosos como el mito nos ha hecho creer. Esto es algo que saben todos los publicistas que por más que aplican todas las técnicas de persuasión y convencimiento, saben que hay campañas que simplemente no logran sus objetivos.
En el video, la conferencia de prensa que dio Welles después del evento. Su genialidad no estuvo en la adaptación del libro al radio, sino en crear una campaña viral del mismo.
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