A veces creo que necesito perseguir una idea.
Tomarme mi tiempo, acecharla y emboscarla.
Concentrarme en ella y nada más que en ella.
Al atraparla, deconstruirla, desensamblarla.
Una vez dominada, soltarla.
Verla libre y dejarla irse.
Se que algún día volveré a ella.