Espera y expectativa

Hemos hecho de la espera una actividad odiada y despreciada. Esperar es malo. Hacer esperar a los demás es terrible.

Unspash/@jayclark

Todos los servicios de atención al cliente buscan hacer esperar lo menos posible a quienes sirven.

En cuanto sabemos que vamos a estar en alguna sala de espera, pensamos en hacer algo durante la espera, como si la espera en sí misma fuera nada.

Hemos hecho a la idea de espera, improductiva. Si vamos a esperar llevamos un libro o buscamos una revista para aprovechar el tiempo.

Quizás es porque relacionamos espera con pasividad y falta de motivación.

Esperar no tiene por que ser pasivo. Es en la espera donde nace la expectativa. Toda expectativa es altamente motivadora.

Espera y expectativa tienen la misma raíz etimológica. Y sin embargo, están cargadas de significados y formas muy diferentes.

Se puede esperar con expectativa o sin ella. Pero, al menos en español, cuando preguntamos qué esperas de tal o cual evento, no necesariamente tiene una carga de visión a futuro.

En cambio, cuando preguntamos cuáles con tus expectativas con respecto a algo, estamos presuponiendo no solo que hay una espera, sino que además hay una visión a futuro.

Curiosamente, el verbo expectar no existe. Es esperar. Claro que estar a la expectativa es estar a la espera, pero es una espera con esperanza, curiosidad, anticipación, tensión.

En inglés si existe el verbo, expect, con toda esa carga que tiene la expectativa.

La espera pasiva en inglés usa una raíz distinta, wait, cuyo origen tiene que ver con wake, despierto, atento.

Esperar, en español, comparte raíz con esperanza, cuyo origen tiene que ver con expandirse, estenderse, espasmo, espada (la larga de forma extendida), espátula, espalda.

En ese sentido, toda espera es extendida. Toda espera, expande.

Hay esperas con expectativas bajas. La fila para hacer un trámite burocrático, por ejemplo.

Pero hay esperas con expectativas altas. La fila para ver la última película de nuestra saga favorita.

La expectativa de la espera es parte de una actitud mental.

El beisbol es un buen ejemplo de ello. No es un deporte que me guste, pero es muy interesante el manejo de la espera activa por parte de cada uno de los integrantes de cada equipo.

El jugador de beisbol debe mantener una espera observando, comprometiéndose con lo que sucede en el campo, manteniendo su atención en el juego.

Solo así, cuando llega su turno, que puede durar un par de minutos, está en la disposición y capacidad para ejecutar el mejor de sus juegos.

La vida contiene grandes momentos de espera. A veces, con el ritmo de vida que llevamos se nos olvida porque parece que siempre estamos haciendo algo.

Pero en realidad, mientras estamos en la oficina, esperamos ver a nuestra familia. Mientras estudiamos en la universidad, esperamos ser profesionistas. Mientras estamos solteros, esperamos ser casados. Mientras estamos casados, esperamos tener hijos o crecer como pareja.

Para aquello por lo que estamos esperando, hagámoslo de modo activo, generemos nosotros mismos la expectativa, observemos atentamente, para que cuando llegue nuestro turno, demos lo mejor que tenemos.

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